Los enteógenos, también conocidos como sustancias psicodélicas, son una clase de compuestos psicoactivos que han sido utilizados por diversas culturas a lo largo de la historia con fines espirituales, chamánicos o religiosos. El término “enteógeno” se traduce como “generar conexión a lo divino” y refleja la creencia de que estas sustancias pueden facilitar experiencias místicas o trascendentes.
El término “enteógeno” fue acuñado por un grupo de estudiosos e investigadores del campo de la psicodelia en la década de 1970. La palabra deriva de las palabras griegas “entheos” (que significa “lo divino interior”) y “genesthai” (que significa “generar” o “producir”). Así, enteógeno puede entenderse como una sustancia que genera o facilita una conexión con lo divino o experiencias espirituales internas.
Más allá del concepto de alucinógenos o psicodélicos
Los estudiosos que popularizaron el término de enteógenos buscaban alejarse de las connotaciones negativas asociadas a palabras como “alucinógenos” o “psicodélicos”. De esa manera se enfocaron en hacer hincapié en el potencial espiritual y transformador de estas sustancias. Realmente los enteógenos tienen el potencial de despertar un sentimiento de fascinación, asombro y conexión con algo más grande que el yo individual.
Desde entonces, el término “enteógeno” ha sido ampliamente adoptado en círculos académicos y espirituales para describir sustancias utilizadas con fines religiosos o espirituales, distinguiéndolas del consumo recreativo de drogas. Desde la base cultural y académica, se reconoce el contexto intencional y sagrado en el que se utilizan tradicionalmente estas sustancias y subraya su potencial para la exploración y el crecimiento espirituales.
Los enteógenos más conocidos
Los enteógenos pueden encontrarse de forma natural en plantas, hongos y ciertos animales, como pueden sintetizarse químicamente. Algunos enteógenos conocidos son las setas de psilocibina, la ayahuasca, el peyote, la ibogaina, entre otros. Estas sustancias son famosas por su capacidad para inducir estados alterados de conciencia, a menudo caracterizados por una profunda percepción sensorial, una mayor introspección y una percepción alterada del tiempo, el espacio y el yo. Pueden producir una amplia gama de efectos, como alucinaciones visuales y auditivas, experiencias emocionales intensificadas, disolución del ego y visiones espirituales o místicas.
Los enteógenos han sido utilizados en ceremonias religiosas y espirituales por las culturas indígenas durante miles de años. Quienes han practicado su uso responsable son consciente de que el uso de los enteógenos proporciona acceso a lo divino, fomenta el crecimiento personal y la autoconciencia, además de ofrecer beneficios curativos y terapéuticos.
En los últimos años, ha resurgido el interés por los enteógenos por sus posibles aplicaciones terapéuticas en campos como la psicología, la psiquiatría y el tratamiento de adicciones.
Acudir a los enteógenos con un profesional
Es importante señalar que el uso de enteógenos conlleva consideraciones legales y de seguridad. La situación legal de estas sustancias varía de un país a otro, y su uso debe abordarse con precaución, respeto y bajo la dirección de personas experimentadas cuando se realiza en contextos ceremoniales o terapéuticos.
Si estás interesado en saber más sobre los enteógenos, siempre es aconsejable que busques información en fuentes acreditadas, consultes a profesionales con conocimientos en la materia y te familiarices con el contexto legal y cultural de tu lugar específico. Un ejemplo de ello es este blog, que hemos ido construyendo para explicar más a fondo lo que representa el uso de los enteógenos.
En la actualidad, estos son los escenarios en los que se desempeñan los profesionales que conocen a fondo lo que representan los enteógenos.
Investigación y educación
Algunos profesionales, como científicos, psicólogos y antropólogos, pueden estudiar los enteógenos para explorar sus efectos sobre la conciencia, el bienestar psicológico, el potencial terapéutico, la espiritualidad o las prácticas culturales. Suelen llevar a cabo investigaciones, publicar artículos y contribuir al creciente cuerpo de conocimientos en este campo.
Aplicaciones terapéuticas
Existen terapeutas o psiquiatras licenciados, que trabajan dentro de marcos legales para explorar los beneficios terapéuticos de los enteógenos. La terapia asistida por psicodélicos es un campo emergente en el que se utilizan sustancias como la psilocibina o la MDMA junto con sesiones de terapia para ayudar a personas con diversos trastornos mentales.
Prácticas espirituales o religiosas
Los enteógenos se han utilizado durante siglos en contextos espirituales y religiosos. Los profesionales implicados en estas áreas, como líderes espirituales, chamanes o guías, pueden incorporar enteógenos en ceremonias o rituales para facilitar experiencias espirituales, el crecimiento personal o la exploración de la conciencia.
Reducción de daños e integración
Otros profesionales, como los terapeutas o entrenadores de integración, se especializan en ayudar a las personas a dar sentido e integrar sus experiencias con los enteógenos. Ofrecen apoyo y orientación a las personas que ya han probado los enteógenos para ayudarles a superar cualquier experiencia difícil o transformadora, como también a integrar los conocimientos adquiridos en su vida cotidiana.
¿Cómo tener una experiencia realmente grata, sana y liberadora con los enteógenos?
Si estás interesando en tener experiencia sana con los enteógenos, estos son algunos consejos que debes tener presente:
Investigación y educación
Infórmate sobre el enteógeno específico que te interese, incluidos sus efectos, riesgos, beneficios potenciales y situación legal. Comprende los contextos culturales, históricos y espirituales en los que se ha utilizado. Recursos como libros, artículos científicos, sitios web acreditados y documentales pueden proporcionar información valiosa.
Ambientación
Elige un entorno seguro y cómodo para tu experiencia. Tenga en cuenta factores como la privacidad, el apoyo emocional y la seguridad física. Es importante que establezcas un entorno que fomente la relajación y minimice las perturbaciones externas.
Intención y mentalidad
Reflexiona sobre tus intenciones al explorar los enteógenos. Entiende que estas sustancias pueden ser herramientas poderosas que pueden provocar experiencias emocionales y espirituales profundas. Acércate a ellas con respeto, una mente abierta y una mentalidad positiva. Establece intenciones claras y prepárate para los distintos resultados posibles.
Compañía profesional
Considera la posibilidad de contar con la presencia de un guía o cuidador experimentado y de confianza durante tu experiencia, especialmente si eres nuevo en el mundo de los enteógenos. Un guía puede proporcionarte apoyo, garantizar tu seguridad y ayudarte con la integración posterior.
Empieza con dosis bajas
Si decides probar un enteógeno, empieza con una dosis baja. Esto te permitirá calibrar su sensibilidad y respuesta a la sustancia. Aumenta gradualmente la dosis sólo si te sientes cómodo y seguro y confía en las recomendaciones de tu terapeuta/guía.
Integración y cuidados posteriores
Las experiencias inducidas por los enteógenos pueden ser profundas y tener un impacto duradero. Dedica tiempo a la integración tras la experiencia. Reflexiona sobre los conocimientos adquiridos y busca formas de incorporarlos a tu vida cotidiana. Los terapeutas de integración o los grupos de apoyo pueden ser útiles en este proceso.
Consideraciones sobre la salud personal
Ten en cuenta tu salud física y mental. Algunas enfermedades o medicamentos pueden interactuar negativamente con los enteógenos. Si padeces algún trastorno médico o psicológico preexistente, coméntalo con tu terapeuta/guía.
