La MDMA, siglas de 3,4-metilendioximetanfetamina, es una sustancia psicoactiva sintética químicamente similar tanto a los estimulantes como a los alucinógenos. La MDMA se conoce comúnmente por nombres callejeros como “Éxtasis” o “Molly”.
Ganó popularidad por su uso recreativo debido a sus efectos empatógenos y euforizantes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la MDMA es una sustancia controlada de la Lista I en muchos países, lo que significa que es ilegal poseerla, distribuirla o utilizarla fuera de contextos médicos aprobados.
Estas son algunas de las características más destacadas sobre el MDMA:
Efectos: La MDMA afecta principalmente al sistema serotoninérgico del cerebro, provocando un aumento de la liberación de serotonina, dopamina y norepinefrina. Los efectos pueden incluir un aumento de la empatía, una mayor conexión emocional, un aumento de la sociabilidad, un estado de ánimo elevado y una mayor percepción sensorial. Algunas personas también manifiestan un aumento de la energía y una sensación de euforia.
Uso recreativo: La MDMA suele asociarse al consumo recreativo, a menudo en entornos sociales o de fiesta. Suele tomarse por vía oral en forma de pastillas o cápsulas. La pureza y composición de la MDMA pueden variar, y las sustancias vendidas como MDMA pueden contener otras sustancias o adulterantes, lo que supone riesgos para la salud.
Potencial terapéutico: La MDMA se ha mostrado prometedora en la investigación clínica como complemento de la psicoterapia para determinadas afecciones de salud mental, en particular en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT). En estos contextos terapéuticos, la MDMA se administra en entornos controlados y supervisados, y las sesiones de terapia se llevan a cabo con profesionales capacitados para apoyar el procesamiento y la integración emocional.
Los efectos segundarios y riesgos del consumo de MDMA
- Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial
- Deshidratación
- Hipertermia (temperatura corporal elevada), que puede ser peligrosa en determinados entornos
- Apretar la mandíbula y rechinar los dientes
- Efectos cognitivos como confusión, alteración del juicio y dificultades de memoria
- Alteraciones del sueño
- Cambios de humor, como depresión y ansiedad en los días posteriores al consumo.
- Posibilidad de dependencia y adicción con el consumo repetido y en dosis elevadas.
Actualmente, el MDMA se ha empezado a usar como alternativa para afrontar el estrés postraumático.
¿Qué es el estrés postraumático?
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso traumático. Se caracteriza por una serie de síntomas que pueden afectar significativamente a la vida diaria, las relaciones y el bienestar general de una persona. He aquí algunos puntos clave sobre el TEPT:
Acontecimientos traumáticos: El TEPT puede producirse tras la exposición a un acontecimiento traumático, como combates militares, desastres naturales, agresiones sexuales, violencia física, accidentes o cualquier otro acontecimiento que implique amenaza de muerte, lesiones graves o violencia sexual.
Los síntomas del TEPT pueden agruparse en cuatro categorías principales:
Pensamientos intrusivos: Recuerdos recurrentes y angustiosos, pesadillas o flashbacks del acontecimiento traumático.
Cambios negativos en el pensamiento y el estado de ánimo: Pensamientos y creencias negativas persistentes, culpabilización distorsionada de uno mismo o de los demás, sentimientos de desapego, pérdida de interés por actividades que antes se disfrutaban, dificultad para experimentar emociones positivas y problemas de memoria.
Hiperactivación y reactividad: la persona se sobresalta con facilidad, tiene dificultad para dormir, tiene arrebatos de ira, hipervigilancia y experimenta síntomas físicos de ansiedad.
Duración y deterioro: para el diagnóstico de TEPT, los síntomas deben persistir durante al menos un mes y afectar significativamente al funcionamiento del individuo, como su capacidad para trabajar, mantener relaciones o realizar actividades cotidianas.
Afecciones concurrentes: el TEPT suele coexistir con otras enfermedades mentales, como la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos por consumo de sustancias y los trastornos del sueño.
Los tratamientos tradicionales para el TEPT
Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) se utiliza habitualmente e incluye técnicas como la terapia de exposición, la reestructuración cognitiva y el manejo del estrés. La Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) es otra terapia basada en la evidencia y desarrollada específicamente para los trastornos relacionados con el trauma.
Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden recetarse para ayudar a controlar los síntomas del TEPT.
Estrategias de autoayuda: La participación en actividades de autocuidado como el ejercicio, las técnicas de relajación, la atención plena, el mantenimiento de un estilo de vida saludable, la conexión con redes de apoyo y la búsqueda de apoyo social pueden ser beneficiosas.
¿Qué ofrece el MDMA frente al TEPT?
La psicoterapia asistida con MDMA ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT). El uso de MDMA en un contexto terapéutico pretende mejorar el proceso terapéutico facilitando la exploración emocional, reduciendo el miedo y la actitud defensiva, y promoviendo una sensación de seguridad y confianza entre el terapeuta y el paciente. He aquí lo que la MDMA ofrece en el tratamiento del TEPT:
Aumento de la apertura emocional: La MDMA puede inducir un estado de mayor apertura emocional y empatía. Esto puede ayudar a las personas con TEPT a sentirse más cómodas hablando y explorando las experiencias traumáticas y las emociones asociadas, lo que puede ser difícil en los entornos terapéuticos tradicionales.
Mayor introspección y perspicacia: La terapia asistida con MDMA puede ayudar a los individuos a obtener una visión más profunda de sus experiencias traumáticas, ya que puede facilitar una mayor conexión con las emociones y los recuerdos relacionados con el trauma. Esta mayor introspección puede proporcionar a los individuos nuevas perspectivas, comprensión y oportunidades para la curación emocional.
Reducción del miedo y la actitud defensiva: Los efectos ansiolíticos y reductores del miedo de la MDMA pueden ayudar a las personas con TEPT a sentirse más relajadas y menos a la defensiva cuando hablan de recuerdos traumáticos. Esto puede hacer que les resulte más fácil participar en la terapia y procesar sus experiencias sin sentirse abrumados por el miedo o la evitación.
Y lo más importante…
Mayor confianza y compenetración con el terapeuta: La MDMA puede fomentar sentimientos de confianza, seguridad y conexión, lo que puede mejorar la relación terapéutica entre el paciente y el terapeuta. Este vínculo puede proporcionar un entorno de apoyo para que el individuo explore y trabaje su trauma.
Regulación emocional y reducción de síntomas: Los estudios han sugerido que la MDMA puede ayudar a regular las emociones y disminuir los síntomas asociados con el TEPT, como pensamientos intrusivos, pesadillas, hiperactivación y embotamiento emocional. Esto puede proporcionar alivio y mejorar el bienestar general.
