La meditación en principio puede ser concebida como la pausa. La pausa que tenemos en el día ante el frenesí actual, la pausa que tomamos de estar ocupados, de estar haciendo y haciendo sin parar, de correr, de cumplir con obligaciones, deberes y tareas. La meditación es el momento para detenernos, el momento para papar y sentirnos, para sentarnos a habitar el cuerpo, atender lo que está pasando y, una vez pasado el tiempo en meditación, encontrar relajación, silencio, quietud, paz y en algunos casos, también dicha.
(Cómo se beneficia tu cerebro Al meditar)
Una vez nos detenemos y podemos parar, inicia la búsqueda del estado meditativo, que es un estado de estar presente, estar aquí y ahora, un estado de observación de ti, de darte cuenta y estar contigo. Inicialmente, pueda que al llegar a ti mismo, encuentres tensión, dolor, displacer, o algunas emociones que se han ocultado en tus ocupaciones, como es posible que te encuentres con relajación, calma y con el disfrute de ese momento contigo y en presencia de lo que hay dentro y fuera de ti.
(Como la meditación puede mejorar tu salud mental)
La meditación entonces es la técnica para muchos, pero realmente, la meditación es el estado. Como técnica se han inventado muchas maneras, muchas formas de hacerlo, meditaciones activas, meditaciones pasivas y, ha sido útil, porque hoy día no es fácil detenernos y disponernos a entrar en contacto con nosotros mismos. Como técnica, la meditación es la herramienta que te ayuda para aterrizar en ti, para practicar cada vez más y llegar con mayor facilidad cada día a un estado de intimidad contigo. OSHO, creador de grandes técnicas de meditación, expresó que la meditación para el humano moderno es de vida o muerte, porque el cansancio que experimentamos es mucho, la saturación que tenemos con tantas responsabilidades y retos de la vida es mucha, las expectativas que hemos puesto a nosotros mismos y que vienen del mundo exterior son enormes.
(Beneficios de la meditación para la depresión)
OSHO expresa y nos invita con urgencia a tomar unos minutos y hasta una hora de cada día para poder parar, conectarnos con nosotros mismos, recordar nuestros estados de silencio y serenidad, escucharnos, descansar y, poder tener momentos también de dicha y de gozo en el sólo hecho de SER. El rapé contribuye para aquietar la mente es por eso que lo recomendamos para que logres el objetivo de la meditación.
